Porque quiero conquistarla como se usa
sin aburrirla con mis versos gastados
no teniendo a mis poemas como aliados
sin la más mínima ayuda de mis musas.
Voy a pedir al poeta de inmediato
que se mantenga a prudente distancia
dedicado a ejercer la vagancia
y en el más absoluto celibato.
Le voy a sugerir que se disponga
a invernar hasta ser requerido
porque le voy a estar agradecido
si su ausencia mucho se prolonga.
El mismo tratamiento voy a darle
al músico que a veces aparece
le vamos a pedir que no regrese
que busque alguien más a quien cantarle.
Si este procedimiento no funciona
y no hay a quien culpar de mi fracaso
he de solicitar con prisas al Parnaso
que me mande una musa picarona.
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