Y no nos queríamos ir.
nuestros cuerpos se negaban
sabían que había que partir
pero no se resignaban.
Tal vez muy en su interior
sabían que aquella comida
llena de pasión y ardor
iba a ser la despedida.
Ese día me acariciaste
como nunca lo habías hecho
al amar te desbordaste
y te dormiste en mi pecho.
Mientras oías la canción
que un día me atreví a escribirte
la que suplió a la oración
para antes de dormirte.
Ese día quedó en la historia
nos invadió la alegría
nos embargaba la euforia
vibramos en armonía.
Cual regalo te envolviste
para tu cuerpo entregarme
con redes tú te vestiste
pues tratabas de excitarme.
Pero no era necesario
porque aunque no lo decía
te estaba deseando a diario
vivías en mi fantasía.
Y pasamos una tarde
que se ha quedado en la historia
hicimos de todo alarde
hasta tocamos la gloria.
Después de aquellos momentos
tu te empezaste a alejar
sin ningún remordimiento
ni ganas de continuar.
Hoy que el tiempo ha pasado
recuerdo antes de dormir
de ti estaba enamorado
y no nos queríamos ir.
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